¿Qué es eso de la consultoría?

Hace ya 12 años que conocí por primera vez el mundo de empresas de consultoría tecnológica. Hay consultoría de muchas áreas, como legal, fiscal, energética, infraestructuras de ingeniería, etc. Yo empecé en el mundo de la tecnología. Y me costó un tiempo entender qué era eso de hacer consultoría. De manera completamente fortuita, o quizás una serendipia, hizo que llegase a mis manos un libro que me ayudó a poner orden y palabras para entenderlo. Era el «Libro blanco de buenas prácticas en el mercado de la consultoría». Aquí puedes leer una extensa definición de lo que es un libro blanco.

De forma resumida diré lo que yo entiendo. Es un documento elaborado por un grupo de personas que saben bastante sobre un tema y, que integran ese conocimiento de forma ordenada, para compartirlo con otras personas y, que sirva de referencia como buenas prácticas o recomendaciones para hacer un cierto trabajo.

Aquí tenéis acceso al «Libro blanco de buenas prácticas en el mercado de la consultoría» elaborado por la Asociación Española de Empresas de Consultoría.

Las fases del modelo de relación entre la empresa de consultoría y el cliente son:

  • Fase de preventa/identificación de necesidades.
  • Fase de selección de proveedores.
  • Fase de negociación y contratación.
  • Fase de provisión del servicio.
  • Fase de continuidad/fin de la relación.

Este proceso desde el punto de vista del cliente, sigue las siguientes fases:

Un área de consultoría que a mí me gusta mucho es la consultoría de proyectos. En realidad, sería la dirección de una oficina técnica de proyectos (Project Manager Officer, en inglés). Diseñas y escribes cómo llevar a cabo proyectos en base al área de experiencia de las empresas que van a participar en el proyecto. Integras capacidades de diferentes organizaciones y de este modo construyes algo que no habrían podido construir esas organizaciones por separado.

En octubre de 2011 realicé un curso sobre gestión de proyectos europeos con la Fundación Madri+d. Yo quería dirigir este tipo de proyectos. Esto es lo que mi mente quería. Luego la vida me trajo otro tipo de experiencias.

Una de las cosas que aprendí en este curso es cuáles son los principales motivos de conflicto entre los socios que participan en el proyecto:

  • Fallos en el trabajo de gestión.
  • Fallos en el trabajo técnico.
  • Problemas con derechos de propiedad intelectual.
  • Problemas con acceso a entregables: prototipos, pruebas piloto, etc.
  • Problemas con los pagos.

Para evitar o resolver estos conflictos, lo que se hace es redactar un Acuerdo de Consorcio entre los socios del proyecto.

¿Cómo resolver los problemas de propiedad intelectual? Lo que he podido aprender es que las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) trabajan sobre la transferencia de conocimiento a las empresas.

Recientemente tuve la suerte de participar en una sesión online organizada por la Fundación del CSIC, donde se planteaba esta necesidad de tener más relación entre empresas e investigadores. Me sorprendió y me gustó la colaboración e interés surgido entre empresas tecnológicas que trabajan con inteligencia artificial y los investigadores de filosofía, para tratar los temas éticos de diferentes usos de la tecnología. Por otro lado, existe una necesidad de crear empresas con perfiles de personas con esa formación, que sean capaces de transformar investigaciones en productos o servicios comerciales. En este sentido, desde la Comunidad de Madrid existe una línea de ayudas económicas que se llaman «entidades de enlace» que tiene este propósito.

Ahora que hay un gran interés en la presentación de proyectos para acceder a los fondos europeos 2021-2027, quizás haya personas que les interese formarse en cómo se diseñan y presentan estas propuestas, por ejemplo con esta formación.

Para finalizar esta publicación, quiero compartir el estudio realizado por ECODES sobre la Fundación Aspronis. ECODES presentó recientemente este estudio como experiencia pionera de identificación y análisis del retorno social y socioeconómico del Servicio de Atención Precoz gestionado por la Fundación mediante la aplicación de la metodología SROI (Retorno Social de las Inversiones). Aquí tenéis acceso al estudio.

El motivo de incluirlo en esta publicación es que me gustó como propuesta para que todos los proyectos que se realicen, se evalúen desde el retorno social, además del retorno económico. Creo que debería ser obligatorio este análisis. Quizás las personas en los puestos de Responsabilidad Social Corporativa puedan hacer fuerza y trabajar junto con la Dirección de Operaciones que ejecuta los proyectos como con la Dirección estratégica, para incorporar en el detalle concreto de la ejecución en qué consiste ese retorno social.

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