Capítulo I. De cómo el líder debe perseguir un ideal
Si en 1605 el espíritu de superación era importante, no digamos en 2011. Los ideales son la sal de los seres humanos, y en esta crisis más que nunca. “Don Quijote nos enseña que sin ilusión, sin proyectos, sin retos, no podemos seguir adelante. Los sueños son motores de las mejores iniciativas. No hay que pensar tanto en el corto plazo: seguir un sueño e implicar a un equipo en él es marcar pautas para crecer”, señala Cubeiro.
Capítulo II. La aventura de la serenidad y la confianza
Esta enseñanza quijotesca cobra cada vez más importancia. Es cierto que Don Quijote tiene arrebatos de cólera y pasión, pero “es una persona que está muy centrada en su hidalguía, es muy tranquilo”. Lo que Unamuno llamaba la quijotización de Sancho es un ejemplo del contagio de esa confianza, la misma serenidad que debe saber transmitir un buen líder.
Capítulo III. La batalla de la adaptación
Juan Carlos Cubeiro, lector infatigable, inventó hace unos años la palabra flexeverancia. Es la suma de flexibilidad y perseverancia, dos valores que también están presentes en el personaje cervatino. “En una empresa es vital perseverar en los valores y objetivos que son el pilar de una organización, como insiste Alonso Quijano. Para lo demás, flexibilidad, como predica el caballero manchego, que incluso deja que a veces sea Rocinante el que elija el camino”.
Capítulo IV. De cómo cultivar la iniciativa
Cada líder empresarial no sólo debería trabajar con la innovación como bandera, sino generar un contexto en el que los miembros del equipo propongan nuevas ideas.
Capítulo V. Que trata de la virtud de saber valorar
Un líder debe saber reconocer la actitud y la aptitud de quienes trabajan con él.
Capítulo VI. De lo que la confianza puede obrar
La confianza en el otro también está presente en las andanzas del Quijote. “Muchos capítulos son auténticos tratados de lo que hoy llamamos inteligencia social o inteligencia interpersonal”, explica Cubeiro. Don Quijote siempre influye. Le apalean, provoca burlas, pero también ternura. Hay al menos unos 600 personajes que tratan con el hidalgo manchego, “y a ninguno deja indiferente; la mayoría queda fascinado por su carisma, el mismo que ha de tener un líder”.
Capítulo VII. Sobre la autoridad moral
Influir en los demás por autoridad moral no es fácil. A menudo se impone la autoridad formal, la que imprimen los galones. “Estos valen cada vez menos –reflexiona Cubeiro–. Valen para la obediencia, para el miedo, pero la autoridad moral es la puerta de la credibilidad, ese intangible que hace que las personas te sigan porque quieren”. Don Quijote estaba loco. Tal vez. Pero logró implicar e ilusionar a Sancho Panza en un proyecto común.
El artículo completo de la Expansión se puede leer aquí.
Es curioso el análisis que hace J. C. Cubeiro del Quijote, un libro del que mucha gente hable y que poca gente ha leido. El año pasado lo empecé y al poco tiempo dejé de leerlo porque vino un terremoto personal. Que hayas publicado ésto María Dolores me ha despertado la gana de leerlo de una vez, así que voy a ver si lo encuentro.
Creo que Cervantes escribió este libro para un noble de su época y lo escribió como un cuento para entretener a la gente. Antes se escribían libros para entretener a la gente y ahora muchas veces se hace para liar a la gente que desesperadamente necesita una respuesta al sentido de su vida. Antes el sentido de la vida estaba cubierto con Dios y la Iglesia.
Por ésta misma razón quizá Cervantes escribió sanamente éste libro y aportó una visión sana en esas largas páginas. El valor del Quijote está en el valor de la persona que lo escribió: una persona que estuvo resa, sufrió mucho, perdió un brazo, estuvo en batallas terribles, creo que lo secuestraron los piratas moros… En fin, que a ver si lo leo y puedo aportar algo!
Enhorabuena por el blog!
Hola Mª Dolores,
pues la verdad es que todos estos consejos de líder son los que cada uno debería llevar a la práctica siempre. Os preguntaréis por qué??
Pues porque obligatoriamente debemos ser líderes, aunque sea de nuestra vida. Si uno es capaz de ser líder en su vida, seguro que podrá elegir serlo también en el trabajo.
Yo como emprendedora todos estos consejos los trato de aplicar lo máximo posible.
Enhorabuena por el blog, poco a poco, ayudarás a que más personas se pregunten si realmente están viviendo su vida o no son más que muertos vivientes o marionetas de otros.
Un abrazo