
Dicen que brillamos cuando nos sentimos felices, satisfechos, reconocidos, haciendo aquello que nos llena de propósito en nuestra vida.
Hablamos de amor. ¿A qué llamamos amor? Tal y como yo lo siento confundimos la química con al revulsión de la fuerza de la vida.
Quizás el amor sea solo la atracción y repulsión de fuerzas que tratan de mantenerse en equilibrio.
Amor consciente. Eso ya es otra historia. Sentir esas fuerzas. Ser consciente de ellas. Y trabajar juntos para ver la forma de armonizarlas, eso es amor consciente. Dos fuerzas en la misma dirección se atraen. Dos fuerzas en sentidos contrarios se repelen. Nuestro respeto y reconocimiento mutuo hace posible que podamos convivir.
A veces esas fuerzas son completamente incompatibles. Y por mucho que nuestra mente se empeñe, no es posible estar juntos, y cada uno necesita seguir direcciones diferentes. Y no es cuestión de querer o no querer. Se trata del equilibrio. Sin equilibrio no existiría nada de lo que vemos.