
En enero de 2011 inicié este blog con mucha ilusión. Desde entonces he vivido todo tipo de experiencias con las que he aprendido. ¿Será que ese aprendizaje puede interesarle a otras personas? ¿Esas personas pagarían por mis conocimientos y experiencias? Iré diseñando experimentos que me ayuden a validar mis hipótesis de los posibles modelos de negocio que vayan surgiendo. Y tener indicadores reales y objetivos que validen o no mis conclusiones.
El blog para mí es un canal. Una plataforma donde ir publicando lo que descubro y aprendo. He estado valorando la posibilidad de crear un canal nuevo en la plataforma patreon, como personas a las que sigo y admiro, como Laveena Archers o Fate Magician. En España no termino de ver que este tipo de iniciativas funcionen. Pero igual me equivoco. Lo valoraré según vea que evolucionan las necesidades sociales.
Hace un año inicié un proceso de mentoría con Alf Gauna que fue una lanzadera para mí, y darme cuenta de muchas cosas de mi vida que no funcionaban. En mi caso escogí el camino largo, el camino del héroe, el camino del dolor y del sufrimiento. Y en ese sufrimiento aceptar. No es sencillo pero es lo que elegí. Y me di cuenta que mi proyecto de vida lo tengo que crear yo. No es algo que alguien te invita a participar, sino que lo tengo que construir yo. Y los verdaderos amigos que reconozcan mi valor se unirán para construirlo juntos.
En todos estos años han llegado diferentes personas a mi vida para ofrecerme que construyese sus sueños, sus proyectos. Y luego me engañaron, me decepcionaron, me mintieron, me abandonaron, me dejaron tirada, se olvidaron de mí cuando les combino. En todos estos años no me he sentido completamente reconocida ni valorada en casi ninguno de los trabajos que he tenido.
Nunca es suficiente. No es suficiente todo lo que ya he demostrado, ni lo que he creado yo sola, ni lo que he enseñado a otros, ni lo que he compartido, ni a toda la gente que he ayudado anónimamente con un recurso que a esa persona le podía ayudar. Nada es suficiente para reconocerme como profesional.
Da igual mi formación académica. Da igual los cursos que tengo de gestión y dirección de proyectos. Da igual los proyectos que he liderado. Da igual todos los cursos que he hecho. Da igual todos los libros que he leído sobre gestión y dirección de empresas, sobre estrategia, sobre operaciones, sobre procesos, sobre estructuras organizativas, sobre desarrollo de personas, sobre gestión de conflictos, sobre liderazgo de equipos, sobre inteligencia emocional, sobre PNL, sobre realaciones de poder, sobre análisis de negocio.
Da igual las herramientas que he aprendido a usar y enseñar a otros. Da igual lo completo que es mi perfil con visión de negocio, visión tecnológica, visión centrada en las personas. Da igual los complejos análisis de datos que he realizado, las gráficas que me he inventado, da igual los cuadros de mando que he creado para enseñar y explicar a otros el trabajo y valor de lo que hacíamos.
En 2012 escribí a un profesor de una conocida escuela de negocios donde quería hacer un MBA de Administración y Dirección de empresa y puse:
¿Qué busco?
Un puesto como adjunta de dirección, donde pueda generar y facilitar un mayor rendimiento de equipos de trabajo bien formados, potenciando sus habilidades para la toma de decisiones y la creación de escenarios y alternativas para desarrollo de negocio; donde pueda tener estancias temporales fuera de España para realizar investigación en modelos de decisión, su aplicación y lecciones aprendidas de casos reales.
Ya he estado 3 años en Brasil creando un proyecto de simulación, creando yo sola un equipo de 19 personas con el que llevar a cabo una parte importante de la operación. Ya he creado un equipo sola y lo volveré a crear.
Mi valor solo se verá cuando sea yo quien cree el proyecto, mi proyecto de vida con las personas que realmente me reconocen.