Una tarde compartida con amor, con plena atención, sin distracciones, estando en ese momento mágico, escuchando la increíble historia de vida de mi abuela María.
Una mujer que ha vivido una vida durísima de sacrificio y lucha. Donde ha tenido que sufrir el yugo de muchas personas que no han respetado sus decisiones.
Ken Wilber habla sobre la compasión ciega:
“La compasión ciega se arraiga en la creencia de que todos estamos haciendo lo mejor que podemos. Cuando nos impulsa la compasión ciega, cuando les dejamos pasar mucho a otros, excusando su comportamiento y haciendo pasar por agradables situaciones que requieren un contundente “no”, una expresión inconfundible de desagrado, plantarse o mantener firmemente nuestros límites… todas estas cosas pueden, y a menudo deben hacerse por amor, pero la compasión ciega mantiene el amor demasiado manso, condenado a usar solo su cara amable.
La compasión ciega es bondad enraizada en el miedo, y no solo en el miedo a la confrontación, sino también el miedo a no ser una persona buena o “espiritual”. «
Una mujer que para mí es un ejemplo de vida. Es una vida que para muchos sería difícil de creer por parecer un cuento o una novela. Como ella misma dice «una cosa es contarlo y otra es vivirlo».
La película «Basada en hechos reales» de Roman Polanski tiene una frase que me dejó impactada: «No puedes escribir ficción. A la gente solo le interesa leer sobre la realidad, porque es la realidad que conocen la que creen» ( creo recordar que era así, o al menos esa es la esencia que a mí me quedó y me impactó ). ¿Quizás sea una película auto-biográfica? ¿Juzgamos a las personas de la misma forma que en esta película? ¿Criticamos, presionamos y destruimos a las personas igual que en esta película? ¿Quizás pensamos que compartir nuestra historia inocentemente haga que los demás nos comprendan? ¿Creemos que al dejar visibles nuestras heridas nos entenderán o quizás nos juzgarán? Yo siento que nadie quiere cambiar nada, y cada uno ve lo que le interesa.
La vida de mi abuela es de ella, y sólo de ella. Es su privacidad. Y solo ella es quien decide si quiere o no compartirla con quien a ella le de la gana. Ella sabe de sobra quiénes son las personas que la quieren y la respetan, y quienes no.
Aspiro a aprender a vivir y envejecer con la sabiduría que ella tiene, una sabiduría que solo te enseña una vida de coraje, lucha, tesón, y sobre todo una vida sencilla y discreta, con los pies en la tierra.
El tiempo que nos quede para compartirlo juntas espero poder compartir muchas más tardes tan bonitas como esta, porque al final eso es lo que nos queda, la historia de nuestra vida transmitida a nuestras futuras generaciones. Son estos ejemplos de vida los que nos transforman.
Mi abuela no sabe leer, porque no tuvo una profesora comprensiva que la enseñaba, y tuvo que dejar el colegio. Este texto no lo podrá leer. Pero no importa. Ya le dije en persona lo que siento por ella, que la quiero, la creo, la respeto y la apoyo en sus decisiones.
Te quiero abuela María.
Es un sueño llegar a Amar con sinceridad, si pensamos en los tiempos y edades de cada persona, es lógico analizar,comentar y derrepente hasta criticar cuando Ya somos adultos.. cuando ya pasamos todos esos capítulos.